ASEARCO celebró ayer la jornada “El Impacto de los Impagados en nuestra facturación”. En la misma, se ofrecieron consejos para atar bien las ventas y prevenir los impagados así como para realizar las reclamaciones de manera más efectiva. Además, se explicaron los diferentes procedimientos judiciales que existen para recuperar el dinero adeudado así como la documentación necesaria que acredita la existencia de una obligación de pago.

Ayer por la tarde se celebró la jornada “El impacto de los impagados en nuestra facturación”. La sesión informativa fue presentada por Mª Luisa Berdasco, gerente de ASEARCO, y las ponencias corrieron a cargo de Marian García Borbolla, gerente de Preventmora y del letrado de la firma, César Álvarez Vaquer.

García Borbolla indicó a los asistentes que la clave para evitar problemas de morosidad es la prevención, para lo que hay que conducirse con prudencia, asumiendo los mínimos riesgos, a la hora de establecer relaciones comerciales, y atando bien las ventas. En su opinión, incluso en tiempos de crisis compensa vender poco, pero de manera más segura. En este sentido, existen varios recursos para conocer la solvencia y la trayectoria de una empresa, como por ejemplo, los informes de riesgos donde se constatan una serie de datos y de información básica que permite conocer la evolución de una empresa y su capacidad para afrontar posibles pagos.

“Atar bien las ventas”

En palabras de Marian García Borbolla, es fundamental documentar bien todas las operaciones y “dejar claras las condiciones venta y de pago”, que han de ser lo más realistas posibles con las necesidades de liquidez de las empresas. Es necesario, por ejemplo, que siempre exista un albarán ya que es el documento más importante a la hora de interponer cualquier reclamación, el que justifica y demuestra que ha habido una entrega. En dicho albarán tiene que figurar la firma legible de un empleado de la empresa, con su DNI y un sello de la compañía.

Durante la jornada también se repasaron los medios de pago más útiles para asegurarse los cobros como el cheque, el pagaré, la letra de cambio y, por supuesto, al contado; de igual manera, se aconsejó evitar los giros bancarios o las transferencias.

Cuando la factura “se quema” en el cajón

Los ponentes ofrecieron recomendaciones para actuar de la manera más conveniente ante los impagos. La gerente de Preventmora aconsejó no dejar pasar mucho tiempo, tras vencer los plazos de pago, para reclamar la deuda, “ya que en el cajón se quema y devalúa”, en sus palabras. Se ha constatado que, después de un año, existe tan sólo un 12% de posibilidades de recuperar el impagado porque son muchas las circunstancias que pueden llegar a obstaculizar el cobro. “Por ejemplo, el moroso puede declararse insolvente o se pueden adelantar otros acreedores”, en palabras de García Borbolla.

Por otro lado, también se destacó la importancia de estar pendientes de la recuperación del IVA de las facturas impagadas, puesto que el plazo de tiempo para hacerlo es de seis meses (en el caso de empresas con un volumen total de facturación del año anterior inferior a 6.010.121 euros) desde la fecha de emisión de la factura. Dicha reclamación se puede hacer a través de un “Proceso Monitorio”, contemplado en la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) y que permite que los empresarios se presenten ellos mismos, en los juzgados, para reclamar  deudas, sin necesitar los servicios de profesionales del derecho. Este proceso fue creado para agilizar las reclamaciones de cuantías no muy altas.

Además, César Álvarez Vaquer dio cuenta del resto de procedimientos existentes para la reclamación de impagados en los tribunales, como el juicio verbal, ordinario y cambiario. También fue el encargado de explicar cómo se han de realizar las reclamaciones ante las administraciones públicas.

El letrado dio por finalizada su intervención ofreciendo una serie de consejos a la hora de tramitar las reclamaciones. De este modo, explicó que es conveniente no sólo reclamar el importe adeudado y los intereses de mora sino también cuantificar el daño que ha podido producir el retraso del pago y presentar los costes que hubiera podido originar. Eso sí, dicho perjuicio deberá estar debidamente documentado.

Finalmente, los asistentes tuvieron la oportunidad de resolver sus dudas junto a los profesionales de Preventmora.

 PRESENTACIÓN DE PREVENTMORA