El pasado miércoles, 28 de marzo, el restaurante Gambrinus celebró su X Aniversario por todo lo alto. Buena música, regalos, menús especiales y degustaciones de tapas y vinos fueron el plato fuerte de un evento que el propietario del establecimiento, Félix Carrilero, definió como “un gran éxito”. Durante todo el día, la actividad no cesó en el local hostelero, en especial, en su terraza, continuamente frecuentada por vecinos de Arganda que quisieron disfrutar de la celebración.

El Restaurante Gambrinus repartió, sólo a mediodía, un total de 160 menús. En ellos se daban cita algunos de los platos más destacados de su cocina. Por ejemplo, entre los entrantes que sirvieron, figuraban unas deliciosas croquetas de gambas y rape; unas empanadillas de queso de cabra y cebolla caramelizada o unos revueltos de chipirones y espárragos confitados sobre marea negra.  Entre los primeros, figuraban una ensalada con setas, gulas y vinagreta de mostaza y una lasaña de carabineros, puerros y pollo con bechamel. Como platos fuertes se pudo elegir entre una paletilla de lechal al horno, un rodaballo al horno con verduras naturales y un solomillo de ternera con salsa de pimientos. Para finalizar, ofreció una deliciosa ‘Muerte por chocolate’ y una Macedonia de frutas naturales, café y copa.
Félix Carrilero explicaba que su local atraviesa uno de los mejores momentos de su trayectoria. “Tal y como están las cosas, podemos afirmar que el nuestro es un restaurante consolidado y vamos a más. Muestra de ello es que el año pasado teníamos diez personas en la plantilla y ahora contamos con 15”, en sus palabras. Buena parte de este incremento de la actividad se debe, en su opinión, a la decisión del consistorio argandeño de instalar terrazas en espacios públicos durante todo el año, acogiendo una clásica reivindicación de los hosteleros del municipio. “Hemos incrementado un 30 / 40% la actividad con respecto del pasado año”. Félix Carrilero cuenta que no hay secreto, ni magia en el éxito de su trayectoria sino mucho esfuerzo y dedicación y el apoyo de toda la familia cuyo trabajo se vuelca en el restaurante. “Hoy en día, el cliente ya no sale tanto como antes, pero cuando lo hace quiere estar en un sitio donde se note la limpieza, la calidad y el buen servicio”, cuenta.