Las personas que son felices en su trabajo tienen un “106% más de energía; un 300% más de creatividad, un 76% más de compromiso y son un 50% más productivos. Estos datos fueron ofrecidos ayer por la tarde durante la sesión de coaching “Cómo motivo a mi equipo?, organizada por ASEARCO y ofrecida por la firma Ingeniero del Cambio. Se trataba de una jornada donde los empresarios asistentes tuvieron la oportunidad de descubrir las claves que pueden existir para motivar a los equipos de profesionales. El ponente fue Carlos Gil, ingeniero informático, Business School, consultor además de coach experto en ayudar a reducir los gastos de rotación de personal así como a aumentar la productividad de los equipos.

La sesión de coaching transcurrió entre frecuentes intervenciones de los empresarios asistentes, que compartieron experiencias propias, y en la que se realizaron diversas dinámicas de grupo. La jornada partió del análisis de los grandes desafíos a los que se enfrentan los trabajadores en la empresa. Entre ellos, los posibles conflictos que se generan por una mala comunicación; los que surgen en torno al grado de responsabilidad que asume realmente cada persona, un ‘campo minado’ por comportamientos como “echar balones fuera” o la “ley del mínimo esfuerzo”. Por otro lado, también supone un reto para una empresa ausencia de una visión compartida, de un objetivo común que entusiasme al equipo y donde todo el mundo sea capaz de comprender por qué realiza una tarea determinada.

A partir de la reflexión de cada uno de los desafíos, Carlos Gil, fue ofreciendo una panorámica extensa de ‘palancas de cambio’ que pueden ayudar a girar el rumbo e iniciar el camino hacia la motivación de equipos. Uun proceso de transformación donde todos juegan un papel importante: tanto los líderes como el resto de profesionales. En este sentido, y entre otras, Gil indicó que las personas han de establecer relaciones de confianza y de  transparencia en entornos donde, en muchos casos, las soluciones se buscan entre todos y de forma proactiva. Además, explicó la necesidad de que exista una comunicación asertiva, que fluya de forma eficaz, en ambas direcciones, y donde se eviten los tóxicos “rumores de pasillo”.

Por otro lado, conocer las necesidades y los intereses que tienen las personas es fundamental para lograr equipos motivados y es un  paso previo para crear una ‘cultura de la colaboración’, donde todos comparten unos valores que se convierten en reglas del juego en el ámbito laboral.  Donde todos, además, tienen su papel protagonista y clave porque todos suman.

Los empresarios asistentes tuvieron también la oportunidad de tomar nota de consejos y técnicas útiles para comunicar y obtener un buen feedback personal, humano y productivo, al mismo tiempo, con los miembros del equipo. Además, reflexionaron en torno a la propia actitud que mantienen frente a su equipo en ámbitos diversos como, por ejemplo, la capacidad que tienen para delegar, y sobre la influencia tan fundamental que tienen para guiar a sus equipos hacia unos resultados determinados.