Una empresa familiar nace con la vocación de permanecer en el tiempo, generación a generación y, en muchos casos, guarda en su ‘ADN’ un impulso innovador. Cuenta con temores y objetivos particulares y muchas de ellas, en nuestro país, tienen todavía algunas asignaturas pendientes como la digitalización y la profesionalización de la gestión. Esta semana la empresa Twice Consulting organizó una jornada gratuita para empresas asociadas a ASEARCO que ofreció una panorámica de la situación actual en la que se encuentra la empresa familiar, abordó los retos a los que se enfrenta y puso encima de la mesa una serie de estrategias y palancas de crecimiento para triunfar en el mercado.
Esta semana se ha celebrado la jornada “Transformación pendiente de la empresa familiar”, gratuita para empresas asociadas a ASEARCO, en el Hotel AB Arganda
El objetivo de la sesión informativa fue ofrecer una visión amplia de los principales retos a los que tienen que hacer frente, en nuestros tiempos, las empresas familiares, uno de los motores primordiales de la actividad económica de nuestro país.
Los ponentes fueron Ignacio Kaiser, socio fundador de la firma de consultoría Twice Consulting (www.twiceconsulting.com), José Manuel Montero y Manuel Roque, Directores asociados de la empresa. La jornada se inició ofreciendo una panorámica de las mayores preocupaciones que suelen compartir las empresas familiares (el descenso de la rentabilidad de los negocios, la falta de personal cualificado y la incertidumbre política son, en este sentido, algunos de los prioritarios) así como los principales objetivos estratégicos que suelen marcarse (garantizar la supervivencia; aumentar el beneficio, y proporcionar trabajo a los miembros de la familia, entre otros). Kaiser fue el encargado de ilustrar esta radiografía de la situación a través datos registrados en el INE (Instituto Nacional de Estadística) del año 2018 y en los últimos informes publicados por el Instituto de la Empresa Familiar (IMF). El socio de Twice Consulting también recuperó el testimonio de las propias compañías familiares al exponer a los asistentes las que, para ellas, son las principales barreras de crecimiento que están afectando a la buena marcha de los negocios. Entre ellas, por ejemplo, se encuentran la demanda estancada, la coyuntura económica y la competencia.
Estrategias y palancas de crecimiento
Una vez reflejado el momento que está viviendo la empresa familiar, los ponentes pusieron rumbo a todas aquellas estrategias y palancas de crecimiento que pueden resultar de ayuda para que una empresa mejore su rentabilidad y valor. En este sentido, Manuel Roque hizo especial hincapié en la importancia de la digitalización de las empresas, puesto que la adaptación de las nuevas tecnologías a los negocios de todos los tamaños y sectores es clave para obtener la ventaja competitiva que demandan los mercados de nuestros tiempos. De este modo, se ofrecieron consejos hacia el tipo de inversión que sería interesante realizar, en función de los objetivos que desee alcanzar cada empresa.
El delicado asunto de la Sucesión Familiar
Un capítulo aparte mereció la ‘Sucesión familiar’. José Manuel Montero indicó que uno de los retos que tienen ante sí muchas empresas familiares, en ese proceso de traspaso de un negocio a la siguiente generación, es la ‘Profesionalización de la gestión’. En este sentido, aclaró que nada tiene que ver con quién es la persona que va a dirigir la empresa y si es miembro de la familia o no, sino con la manera de dirigirla que puede llegar a tener. En la evolución hacia una sucesión profesionalizada es clave, por ejemplo, la creación de un Protocolo Familiar que tenga previstas las circunstancias frecuentes en todo proceso de relevo generacional. Por ejemplo, debe tener en cuenta cuestiones como el derecho de salida de los socios, su edad de jubilación, la retribución de los socios trabajadores a futuro, los criterios de entrada laboral también a futuro y la transmisión de participaciones. Dentro de este Protocolo, el ponente también explicó por qué puede llegar a ser conveniente la creación de un Consejo de Administración donde se establezca una separación clara entre las tareas de gobierno y las de dirección. Finalmente, fue explicando cuáles son los pasos necesarios que habría que realizar para profesionalizar un negocio: comenzando por la identificación de sus áreas de mejora pasando por la organización de los Recursos Humanos para contar con empleados de talento y trayectoria profesional a cargo de las áreas clave hasta llegar a la creación de una cultura profesional en todas los departamentos de la empresa.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de participar, posteriormente, en una interesante charla-coloquio donde ofrecieron su punto de vista sobre la situación de las empresas familiares y los problemas a los que se enfrentan. Y donde pudieron también preguntar sobre aquellas cuestiones que despertaban sus dudas.